Hablar de juventud es sinónimo de alegría, energía y oportunidades, aunque también se trata mundialmente de una población numerosa, con problemas particulares que urge atender, razón por la cual la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió en 2014 que cada 15 de julio es el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, como una estrategia de concienciar a los países de la importancia en invertir en la capacitación de todas aquellas personas que van de 15 a 24 años.
“Capacitación”: una palabra clave a la hora de potenciar las habilidades de la juventud, por tal razón la Asociación Salto Ángel, trabaja actualmente en formaciones para jóvenes migrantes venezolanos y ciudadanos colombianos que habitan en La Guajira, como parte del proyecto “Tejiendo lazos desde las comunicaciones para la integración Colombo - Venezolana", desarrollado de la mano de USAID y ACDI VOCA, con el que contribuyen en el aporte de herramientas de gran utilidad dentro de sus comunidades y hasta para una futura inclusión en el mercado laboral, rompiendo con posibles sentimientos de frustración que pueden desarrollarse en los jóvenes migrantes –muchas veces- por verse obligados a abandonar sus estudios formales con el desplazamiento a un nuevo país.
Wiston Vásquez, uno de los jóvenes que integra el proyecto llegó a Colombia en 2019 y asegura que lo más doloroso de la migración, aparte de dejar atrás a su familia ha sido tener que renunciar a la Universidad y aunque ha logrado ubicarse en un trabajo donde se ha ganado la confianza de sus jefes y le dan valor a cada una de las habilidades que él enumera con orgullo y que ellos han visto, sigue aspirando a su título profesional, a retomar sus estudios a mediano plazo.
El joven tiene 23 años y trabaja como Jefe de taller de una empresa de publicidad en la capital de La Guajira y se ha valido de sus destrezas para desarrollar trabajos manuales, además de la comunicación, su principal habilidad, destacándose por un discurso claro y enmarcado en el respeto que se ha convertido en un gancho a la hora de atraer nuevos clientes al negocio para el que labora.
“Formar parte de las capacitaciones que está ofreciendo la Asociación Salto Ángel en temas de comunicaciones es para mí una manera muy importante de acercarme de nuevo a mi sueño de ser comunicador social y ahora mismo he obtenido herramientas que son útiles para mi trabajo y que aspiro seguir desarrollando”, relata Wiston y destaca lo valioso que ha sido para su integración la Asociación Salto Ángel.
Por su parte Maibelys Ávila, Coordinadora de campo del proyecto y Presidenta de la Asociación Salto Ángel asegura que durante el trabajo en los talleres se han identificado en los jóvenes grandes habilidades para crear y reinventar acciones, atreviéndose a enumerarlas llena de orgullo por el potencial de los líderes en formación.
“Los jóvenes son recursivos ante las pautas ofrecidas siempre están dispuestos a darle un enfoque más dinámico a cada actividad. Siempre van en busca de más para ahondar en el tema. Se cuestionan y te cuestionan como tallerista, y buscan acciones que respondan a esos cuestionamientos, esto lleva a uno a profundizar y no quedarse con lo básico. Van un paso adelante. Son críticos, emprendedores, reflexivos y sobre todo motivados al éxito”, manifiesta Ávila, asegurando que la actitud positiva de los jóvenes ha sido clave para seguir adelante con el proyecto en medio de la pandemia, valiéndose de herramientas y estrategias varias que vayan acorde con la nueva dinámica social.
Otro de los jóvenes en proceso de formación con la Asociación Salto Ángel es Eric Barreras, quien con 18 años ya se encuentra listo para ingresar a la Universidad de La Guajira. Es colombo venezolano y acompañado de su madre y hermana cruzó la frontera desde el estado Zulia hacia el Departamento La Guajira para culminar su bachillerato en su segunda patria y posteriormente, inició una formación en el SENA para certificarse como tecnólogo en mantenimiento electromecánico de equipo pesado.
Eric afirma con certeza que sus grandes habilidades son la capacidad de adaptación y la detección de oportunidades y así lo demuestra: no ha perdido tiempo, ni se ha dejado llevar por el desánimo y ha contado con el apoyo de su familia, lo que le ha permitido aspirar a una vida de estudiante universitario como prioridad, reservando para más adelante la búsqueda de trabajo.
“Siempre me he integrado rápido y nunca he sentido rechazo en los grupos por ser migrante. En los talleres de Asangel también me he sentido a gusto y pienso que son muy interesantes porque abordan muchos temas que le ayudan a uno en su día a día y brinda herramientas para apoyar en la comunidad y hasta para uno llegar a ser un líder estudiantil. Los de temas legales para mi han resultado muy interesantes”, comenta Eric mientras cuenta los días para iniciar su vida como estudiante universitario de biología, ahora con pleno conocimientos de sus deberes y derechos ciudadanos.
Ávila en su carácter de tutora de los jóvenes en proceso de formación considera que los talleres que se imparten a través de la Asociación que lidera son herramientas para poner en práctica en un primer empleo.
“Una de las metas de este proceso es brindar herramientas que les permitan a los jóvenes redescubrirse en su proyecto de vida, que descubran su talento y lo muestren o aprendan a contar historias, interactuar, presentar, grabar o editar. Eso es una posibilidad de desarrollo que se abre desde las comunicaciones. Hay un grupo como de seis que están muy motivados a crear contenidos, hay otro grupo que lo han visto como una ventana para mostrar lo que son y proyectarse en sus oficios o profesiones, pero lo más importantes es que se sienten protagonistas que se quieren hacer escuchar y ver”, resalta Ávila a la vez que agradece al panel de talleristas, todos profesionales de alto desempeño, quienes se han sumado a compartir sus conocimientos con los jóvenes de Riohacha, Maicao y Uribia que hacen parte del proyecto.
Clases que valen oro
Los jóvenes que se forman a través del proyecto “Tejiendo lazos desde las comunicaciones para la integración colombo - venezolana” han recibido clases de especialistas en fotografía, radio, redacción, manejo de redes sociales y hasta información legal, quienes han manifestado su disposición a seguir orientando a los jóvenes en su proceso formativo.
Ana Karolina Mendoza es periodista y ha sido la responsable del taller “Contando historias e Infociudadanía” durante el desarrollo de los entrenamientos para jóvenes, que a raíz de la emergencia sanitaria se han grabado para que los estudiantes puedan verlos en sus teléfonos o computadores.
La facilitadora de talleres de escritura y comunicación asegura que la experiencia le ha sido agradable y explica sin dudar que la habilidad más común entre los jóvenes de hoy día es la comunicación aunque considera que no existe mayor conciencia de su utilidad, por eso sugiere que debe existir un constante proceso de acompañamiento en el aprendizaje de la comunicación.
“La comunicación es el canal para aprender, para convivir, para sanar, para construir... Por eso, mi invitación a los jóvenes es a acercarse más a lo interpersonal, al cara a cara, a lo emocional, a lo gestual; ir más allá de las redes sociales”, afirma Ana Karolina mientras agrega que "el aprendizaje no se devalúa", amparando la idea de que los jóvenes deben formarse constantemente.
Delvis Ibañez ha sido el artífice del taller de “Redes sociales” y se ha convertido en un profesor entusiasta que valora los talleres como una oportunidad de crear espacios de formación para jóvenes con dificultades de acceder a la educación formal.
“El promover el intercambio y adquisición de nuevos conocimientos es una herramienta para disminuir desigualdades. En este caso específico me siento muy complacido que estos contenidos estén dirigidos a superar la discriminación especialmente, en temas como la xenofobia y la aporofobia”, manifiesta el comunicador social colombiano quien actualmente dirige el portal web Nuevo Día Noticias, donde se ha abierto un espacio exclusivo para que la Asociación Salto Ángel cuente sus historias y muestre sus esfuerzos por construir una mejor sociedad.
Los talleristas esperan que sus alumnos generen contenidos mucho mejores a los que ellos mismos pueden generar y ofertan espacios digitales donde se pueden mostrar sus trabajos, además coinciden en que la formación marcará la diferencia, por eso siguen dispuestos a compartir sus conocimientos para nuevos talleres.
Yo soy mi propio jefe
Según cifras de las Naciones Unidas, a nivel mundial, uno de cada cinco jóvenes no tiene ni empleo, ni educación o formación. Tres de cada cuatro de estos jóvenes son mujeres, razones de sobra para que haya surgido el boom del empleo por cuenta propia, para el cual también se requieren ciertas habilidades que pueden desarrollarse.
Saadia Zahidi, directora de Educación, Género y Trabajo del Foro Económico Mundial explica en un informe reciente que, las habilidades ‘blandas': culturales, inteligencia emocional o expresión oral serán más demandadas en el futuro por ser irremplazables a pesar del crecimiento de la inteligencia artificial y son también necesarias para quienes desarrollan una visión de líder con la idea de ser su autoempleador.
Amanda Hernández le apostó al autoempleo por eso luego de establecerse en Riohacha opto por buscar su independencia a través de un emprendimiento. Así nació Amanda´s Gourmet un negocio de almuerzos y cenas que funciona solo a domicilios.
La joven de 22 años que dejó atrás sus estudios de medicina veterinaria decantó por su pasión por la cocina para convertirlo en una fuente de ingreso, mientras toma capacitaciones en el SENA y aprovecha los talleres de Asangel para aplicar todo lo aprendido en temas de fotografías y redes en su negocio.
“Mi mayor habilidad es la resiliencia y eso me ha mantenido en pie. Actualmente yo tengo mi trabajo en un negocio de preparación de comidas rápidas, pero también estoy apostando a mi independencia con mi propio restaurante y tengo en mi plan de vida regresar a la universidad pero para tomar una carrera que la pueda implementar en mi negocio”, cuenta llena de optimismo y confianza en sí misma la joven venezolana.
La tarea pendiente
Antonio Giménez es profesor del programa de música de la Universidad de La Guajira y a través de su experiencia en las aulas conoce los comportamientos y también las habilidades de los jóvenes. Dice que actualmente el mundo está en constante cambio por eso los jóvenes deben desarrollar la habilidad de la adaptación, de gran utilidad en cualquier ámbito.
“Pasar de las aulas convencionales a las aulas 100% virtuales ha sido un cambio que llegó tras la pandemia y esa puede convertirse en la nueva manera de estudiar. Debemos adaptarnos rápidamente a cualquier cambio y los jóvenes son quienes deben liderar esos cambios”, reflexiona el docente, mientras habla del internet.
“Los jóvenes deben aprovechar de una manera más inteligente el internet porque ahí lo tienen todo y muchas veces se subutiliza una herramienta tan valiosa. En internet hay contenidos de lo que desees, solo es cuestión de buscar y saber elegir, incluso para quienes se les dificulta el acceso a la educación formal, en internet pueden encontrar artículos científicos avalados por los mejores círculos hasta tutoriales de repostería o mecánica automotriz”, destaca el músico profesional quien desde antes de la emergencia del Covid ya enseñaba a sus alumnos a cómo manejarse en el mundo de las clases virtuales.
Otra de las cosas que destaca Giménez como una habilidad para potenciar por los jóvenes es el multilingüismo pues desde su perspectiva el futuro estará representado por personas sentadas en distintos países, hablando distintos idiomas y trabajando en un mismo proyecto.
El experto en tecnología musical egresado de la Universidad Pompeu Fabra, de España, añade a la lista de recomendaciones involucrar a los jóvenes en asuntos sociales, para que consideren las decisiones políticas como temas relevantes para su edad y tengan un pensamiento crítico que ayude a elegir el futuro de los pueblos y las regiones.
Entre tanto, Maibelys Ávila aprovecha la ocasión para manifestar que desde las líneas de acción de la Asociación Salto Ángel: Participación ciudadana y vocería, Recreación y esparcimiento, Capacitación y formación, Ejercicio del liderazgo, Firma de convenios y becas, que se puedan ejecutar a través de proyectos de desarrollo, se espera fortalecer y apoyar la Red de Acción por la Juventud para otorgar protagonismo a los jóvenes como líderes y promotores de cambio, integración, prevención y proyección a futuro.
“Queremos brindarles herramientas que sean aporte para su desarrollo integral, para la restitución de sus derechos y a la vez comprometerlos con sus deberes como ciudadanos que aportan a su comunidad”, destaca Ávila vislumbrando el futuro para el cual están trabajando desde ya, sin que tan siquiera una pandemia pueda detenerlos.
*Por Osiris Ceballos