La reinvención ha sido la palabra clave que marcó el nacimiento de una marca colombiana donde se fusionan el trabajo artesanal, el cuidado al medio ambiente y la integración de migrantes venezolanos dedicados a la recolección de desechos, en Riohacha, además de indígenas de distintas zonas del país.
Kdavid Accesorios es el nombre de un emprendimiento de moda sostenible que nació de manos de Nany Cadavid, una bogotana radicada en La Guajira hace 17 años, quien llegó seducida por la calma de vivir frente al mar y hace seis años dio rienda suelta a su imaginación y todas sus habilidades manuales para crear collares, pulseras, aretes, bolsos, sombreros, que dejan a quien los observa atónito cuando descubren que cada pieza tiene origen en lo que para alguien representó un desecho, o como bien dice el eslogan de la marca “tu basura es mi tesoro”.
“La marca nació enfocada en generar un consumo consciente con el planeta, un pequeño aporte desde el mundo de la moda, promoviendo la reutilización y el consumo responsable, sin pensar que mis principales proveedores iban a ser cabezas de familias migrantes que comenzaron a llegar a Riohacha y se dedicaron a la recolección de basura… De hecho cuando comencé a hacer las primeras creaciones yo no compraba material a nadie, simplemente iba usando una botella de gaseosa que iba a desechar, algún amigo que me regalaba plásticos o algún material que le parecía que podía ser útil para mi trabajo”, relata la creativa.
Al mejor estilo de un alquimista, Nany la diseñadora de la marca, gasta horas en su “pequeño mundo”, el nombre que le ha otorgado a su taller, experimentando con telas, pinturas, hilos, plásticos blandos, duros, alambres, latas y cualquier cosa que llegue a sus manos, y si bien no busca la piedra filosofal, logra convertir los más increíbles materiales de desecho en una linda pieza y manifiesta llena de emoción que la satisface saber que el primer eslabón de su negocio se compone de gente aguerrida que ha resuelto cruzar la frontera buscando una nueva vida y recuerda su primer acercamiento con un reciclador.
“Una noche yo estaba en la Calle Primera de Riohacha y veo a una mujer buscando en un contenedor de basura y me acerqué y le dije que yo necesitaba CD's para una colección especial que estaba trabajando y ella me dijo que me podía conseguir y vender cada cd en 50 pesos, entonces le mejoré la oferta a 200 pesos por cada cd que me consiguiera y ahí se inició la relación”, relata Cadavid.
Una relación que ha trascendido y la ha llevado incluso a plantearse a crear una fundación para su marca, pues cada año organiza junto a familiares, amigos cercanos y ONG´S que hacen vida en Riohacha, cenas navideñas y jornadas de donación de regalos para los hijos de los recolectores.
“La nacionalidad es lo de menos porque ser de aquí o de allá no te hace ni mejor, ni peor persona. Somos seres humanos y todos –aunque sean distintos- vivimos luchando por nuestros sueños. Yo apoyo a mis recicladores porque su trabajo es muy valioso para el ecosistema y además son personas con realidades complejas que están buscando su manera de salir adelante”, cuenta la creativa.
Nany asegura que los colombianos por años han sido víctima de xenofobia en muchos lugares del mundo y sabe por experiencia propia lo desagradable de sentirse rechazada o estigmatizado por su origen, pues recuerda que en una oportunidad fue agredida verbalmente por un taxista en Panamá cuando escuchó su acento, por esa razón se muestra receptiva frente a la presencia de los migrantes provenientes del vecino país y ha buscado a través de su trabajo, convertirse en un cliente fiel y seguro para quienes llegan con menor posibilidades que otros migrantes.
Cuenta que su proyecto también valora el trabajo de los indígenas, por eso su línea de carteras y sombreros se constituye de artesanías que adquiere de manos de artesanos de La Guajira, Boyacá, Putumayo y también indígenas wayuu venezolanos. Las piezas son intervenidas por la artista dando paso a una fusión entre la artesanía tradicional y el trabajo artístico que convierte a Kdavid Accesorios en una marca que le apuesta a la integración y a las nuevas oportunidades, no sólo para quienes le proveen sino también para todos los objetos que ahora lucen un nuevo y radiante aspecto en su galería de redes sociales, desde donde se mercadea, además de las tiendas de concepto ecológico con las que ha establecido alianzas en Medellín y Santa Marta.
*Por: Osiris Ceballos