La espera del refugio, un limbo en Colombia

Una publicista venezolana comparte su testimonio como migrante en proceso de refugio en Riohacha, Colombia
La espera del refugio, un limbo en Colombia

Mami, no llores que me vas a hacer llorar. Yo voy a estar bien».

Agarró la maleta que le había regalado una amiga, el morral y caminó hacia la entrada de las Torres del Saladillo, conjunto residencial en el centro de Maracaibo que -desde 2014- fue escenario de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro y represión por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y grupos armados paraestatales. Se montó en el carro y emprendió su camino hacia la migración.

Fue en marzo de 2019, luego del apagón nacional en Venezuela.

Isabel –nombre ficticio, por petición de la fuente- llegó a Paraguachón -frontera colombo-venezolana-, selló su pasaporte, se embarcó en otro carro hacia Maicao para, después, viajar a Riohacha, capital del departamento La Guajira.

Ese martes, a las 2.00 de la tarde, almorzó con su amiga, quien le había presentado la opción de Riohacha como destino inmediato para su migración y le regaló la maleta. Recorrió el casco central del distrito, caminó por la avenida Primera, contempló el mar. Volvió al hostal a descansar y a aterrizar su plan.

Fue a Migración Colombia el viernes. «Salí muy apresurada de Venezuela. Allá, no tenía acceso a Internet en mi casa más que los datos y la señal era pésima, y no investigué cómo un inmigrante puede legalizarse en Colombia. Sabía del PEP (Permiso Especial de Permanencia); pero, desconocía el proceso», relata Isabel.

—El PEP no está abierto—le dijo el chico que la atendió en Migración.

—¿Cuándo lo empiezan a dar de nuevo? —preguntó Isabel.

—No sé. Eso es orden presidencial. Hay que esperar que el presidente firme una orden ejecutiva.

—Ajá, pero, ¿sabes si hay una fecha determinada del año en la que abran el proceso para el PEP?

—No. Eso es inesperado.

—Ok. Mira, acabo de llegar de Venezuela, sellé mi pasaporte y me dan 90 días en el territorio de manera legal; pero, yo quiero quedarme: quiero solicitar una visa, estoy buscando trabajo: soy publicista… ¿qué puedo hacer?

—Bueno, solicita la visa de trabajo.

—¿Cuáles son los requisitos para solicitar la visa de trabajo?

­—Tienes que tener un contrato de trabajo.

—Ayer, salí a repartir mi hoja de vida y me exigen el PEP para contratarme. Y tú me dices que necesito un contrato para la visa de trabajo; pero, no me contratan si no tengo el PEP. Dime, ¿cómo hago si no tengo una cosa cómo puedo solicitar la otra y viceversa?

El funcionario de Migración miró fijamente a Isabel. Y le respondió:

—O es el PEP o es la visa de trabajo.

Isabel quedó silente.  

«Fue muy feo ese momento. Pensé: no me quiero regresar a Venezuela; pero, tampoco quiero estar ilegal en un país, porque sé que eso no es bueno para mí ni para el país».

Ella quería estar bien y legal en el país donde había decidido vivir.

Regresó al hostal y exprimió Google, buscando alternativas de legalización migratoria en Colombia. «Encontré una nota que anunciaba que el Gobierno colombiano reconocía como legitimo al Gobierno de Juan Guaidó y desconocía a Maduro como presidente de Venezuela. Entonces, iba a tomar a todos los venezolanos como refugiados. El texto decía, también, que los venezolanos podían solicitar el refugio en Colombia».

Las noticias de este tipo que encontró en el buscador mencionaban a Acnur y a la ONU.

Isabel se dirigió a la oficina de Acnur La Guajira para solicitar el refugio; pero, no ahí le explicaron que Acnur no otorga refugios, sino el Estado colombiano. Pero le indicaron cuáles eran los canales de información.

 «Los funcionarios de Acnur me orientaron en el proceso. Llené una planilla con todos mis datos; expliqué que había entrado a Colombia, sellando mi pasaporte; hice un relato en que debía explicar por qué yo solicitaba un refugio en este país: ‘Yo no quiero volver a Venezuela. No me siento segura en Venezuela. No puedo tener una vida en Venezuela y yo quiero vivir. No tenía salud, me daba miedo enfermarme porque yo no tenía para pagar una clínica y los hospitales no funcionan. Si a mi mamá le daba gripe, yo temblaba, porque pensaba que podía morirse: sin dinero y sin seguro médico’».

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores le respondieron, semanas después, con la expedición del salvoconducto y le indican que su caso está en evaluación y que se comunicarían con ella para informarle la decisión por teléfono y correo electrónico. El salvoconducto le permitía estar legal 90 días más en el territorio colombiano. Para entonces, le faltaba un día para que se vencieran los 90 días de legalidad que Migración Colombia le había otorgado en carácter de turista.

Ya había logrado arrendar un apartamento con otros dos chicos venezolanos que migraron el mismo día que ella.

«Estaba feliz. Pensé: ‘Ya tengo el salvoconducto, ya puedo buscar trabajo. Tengo un documento del Estado colombiano que me da legalidad acá’».

La emoción cambió de tono, cuando fue a solicitar trabajo en una empresa con todos sus documentos en una carpeta.

—Yo no conozco este documento. Si te contrato y viene la gente del ministerio del Trabajo, me van a multar porque te contrate sin tener PEP. A los venezolanos solo se les pueden contratar si tienen PEP—le respondió un empleador, cuando vio la hoja sin sello, solo con una serie de número impresa entregado por Migración Colombia, pero lo otorga el ministerio de Relaciones Exteriores.  

Ingresó en varias plataformas web de empleo y, en todas, asegura Isabel, no existe la opción para cargar el documento salvoconducto; mientas que el PEP sí aparece.

Con el salvoconducto, no logró ningún empleo.

Su refugio es un limbo. Sin embargo, Isabel agradece a Colombia todas las oportunidades que le ha brindado.

«Estoy muy agradecida por el documento, porque me garantizó, al menos, la permanencia legal por 90 días más. Y, apenas, en enero pasado fue que pude obtener mi PEP. Ya tengo un trabajo estable, que me gusta y con el que puedo mantenerme aquí, donde estoy y me gusta estar. No puedo regresar a Venezuela, porque sigo en proceso de refugio. Pero, pienso mucho en mi mamá, trabajo mucho para poder traerla pronto y que nos podamos abrazar como aquella madrugada en la que salí de casa para venirme a Colombia».

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Estatus de refugio

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Y SU FONDO ROTATORIO

De manera atenta se le informa que su solicitud de reconocimiento de la condición de refugiada ha sido admitida para estudio por el Grupo Interno de Trabajo para la Determinación de la Condición de Refugiado.